Panel solar – Energía fotovoltaica

¿Puedo poner un panel solar en mi casa?Situación legal de la energía fotovoltaica

Gracias al nacimiento de energías renovables como la eólica o la solar, a principios de siglo el autoconsumo se convirtió en una alternativa más a tener en cuenta. Sin embargo, el autoconsumo parece no haber despegado aún en nuestro país. Los vaivenes políticos en su regulación hacen dudar a muchos consumidores a la hora de instalar una placa solar en el techo de su vivienda, y eso, además, puede convertirse en un obstáculo para las empresas que desarrollen su propia tecnología renovable.

Tipos de instalaciones

Distinguiremos tres modalidades de generación de energía fotovoltaica:

Productor neto: los huertos solares que han ido apareciendo por nuestros campos, gestionados por empresas o cooperativas y que venden su producción a la red.

Hace unos años, nuestro gobierno decidió impulsar la fotovoltaica estableciendo unas primas por kWh generado. Se trata de primas, no de subvenciones a fondo perdido, ya que aumentar la producción de energía renovable reduce el uso de carbón y gas, bajando el precio que acabamos pagando. Dichas primas eran generosas y animaron a muchas empresas, pymes en su mayoría, a instalar sus huertos solares. La generación de electricidad dejaba de estar en manos de cuatro empresas.

Desde 2011, sucesivos gobiernos han ido recortado significativamente dichas primas (de manera retroactiva), lo cual ha provocado la quiebra de muchos pequeños inversores y unas cuantas demandas a nuestro gobierno en tribunales de arbitraje internacionales por cambiar las leyes del juego a media partida.

panel solarAutoconsumo en red: particular que pone unos paneles en su tejado para generar su propia energía, consumiendo la de la red cuando lo necesita y vertiendo a ésta sus excedentes.

En estos tiempos el precio de los paneles solares ha caído en picado y actualmente ya son asequibles para su instalación en un tejado particular. A partir de 400 euros, menos que una nevera, se puede comprar un kit (panel+inversor) que nos permitiría ahorrar unos 50 euros al año. Amortizado en 8 años, sin necesidad de subvenciones, y con una vida estimada de 25 años. El problema es que la energía solar no se genera a la hora que más la necesita un particular, y el almacenaje en baterías encarece mucho la instalación y complica el mantenimiento.

Pero esto le supone a nuestras eléctricas una pérdida de ingresos considerable, ya que usaremos menos sus centrales de carbón, gas y nucleares. Y por eso nuestros gobernantes, acaban de aprobar una ley de autoconsumo con estas cláusulas:

  • Pagar por la energía generada y consumida instantáneamente en tu hogar (peaje al sol)
  • Pagar un fijo mensual según la potencia de tus placas (peaje de respaldo)
  • Otra mordida adicional si instalas baterías.
  • Prohibición de compartir una instalación solar.
  • Obligatoriedad de regalar a la eléctrica los excedentes
  • Burocracia y costes de legalización disparatados

Autoconsumo aislado: particular que instala unas placas para generar su propia energía, sin tener conexión a la red eléctrica y acumulando sus excedentes en baterías.

El uso de baterías nos permite cortar los cables y olvidarnos de las eléctricas para siempre. Pero tiene unos cuantos inconvenientes respecto al autoconsumo en red:

  • Las baterías no han bajado de precio tanto como los paneles.
  • Su vida útil es mucho más corta.
  • Ocupan un volumen considerable en la vivienda.
  • Se deben dimensionar para unos cuantos días nublados seguidos.
  • El proceso de carga/descarga/almacenaje tiene pérdidas.

Por ese motivo, el plazo de amortización de una instalación aislada es mucho mayor y sólo es rentable si no se dispone de red eléctrica cercana.

 

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